El proyecto RUMBO facilita la vida independiente de las parejas en los servicios residenciales.
Vicky y Jose son pareja y viven juntos en una residencia de ASPACE Zaragoza. “Queríamos compartir más cosas juntos”, explica Vicky. Aunque fue una decisión de pareja, también lo hablaron con los equipos de profesionales de la residencia y sus familias, porque como comenta Jose “aunque la decisión fue nuestra, consideramos que era importante que nuestra gente comprendiera nuestras decisiones, aunque no siempre las compartan.”
La pareja participa en el Proyecto RUMBO, en cuyo marco los servicios residenciales de las entidades ASPACE realizan propuestas para promover la vida independiente de las personas con mayores necesidades de apoyo. También para aquellas que mantienen una relación sentimental con otra persona de la residencia. Así, se facilita el compartir habitación y el acceso a espacios y tiempos privados para favorecer su intimidad.
La intimidad es un elemento más de una relación completa. Vicky y Jose comparten perspectivas y proyecto vital y, a través del proyecto Rumbo, posibilidades desarrollar una vida independiente en común. “Con RUMBO se nos ha dado la posibilidad de participar en el programa de ocio personalizado”; explica Vicky, “visitamos la ciudad, vamos a eventos deportivos, al cine... Además, también salimos juntos a hacer cosas y entrenamos boccia. El deporte es importante para nosotros y nos permite compartir momentos con gente nueva.” Sin embargo, aún les faltan más apoyos para el ocio y otras actividades, como señala la propia Vicky, que necesitan: “una persona que nos ayude a salir más de la residencia para ir a tomar algo, a cenar, cosas para poder tener una vida más de pareja.” La asistencia personal se confirma así como un apoyo que da acceso a la vida independiente de las personas con grandes necesidades de apoyo. En el marco del proyecto RUMBO se está definiendo cómo debería realizarse la gestión de este servicio en las entidades ASPACE y desde la propia persona con parálisis cerebral.
Sandra y Gonzalo también son pareja y viven juntos en APAMP Vigo. Sandra comenta que en la residencia deciden todo “desde qué ropa llevar a con quién queremos comer. Por ejemplo, cuando queremos tener más intimidad comemos los dos solos y se nos prepara el espacio.” También cuando nos apetece salir a tomar algo o por la noche.” Por su parte Gonzalo señala que la residencia es para ellos como una familia, “pasamos más horas aquí que con nuestros padres.”
El derecho a la intimidad
El derecho a la intimidad abarca la intimidad personal, la familiar y la propia imagen. La intimidad es la parte humana esencialmente propia, que nos define y nos diferencia del resto y que tenemos derecho a compartir solo con quien deseamos. Es un derecho que se concreta de forma diferente en cada persona y que depende tanto de la propia percepción como de la percepción y consideración de los demás hacia nuestra intimidad. De ahí que sea un tema de trabajo en el Movimiento ASPACE, para abordarlo de forma respetuosa en todas las entidades y, entre otras acciones, impulsamos un protocolo de intimidad y privacidad en personas con parálisis cerebral.
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