Por la mañana fuimos a visitar el parque de “l’ullal d’estany", una zona verde muy bonita, donde se pueden observar pájaros y peces muy diversos y se está muy tranquilo; tiene un puente adaptado para poder pasar. Paseamos por la mini zona comercial donde hay muchas rampas pero las aceras no están muy adaptadas.
Después de comer, reservamos para ir al " mandarina club ", es un sitio muy bonito donde tienen unas vistas al mar preciosas, música chill out y una rampa adaptada, la lástima fue que a la hora de acceder a él se nos estropeó, y aunque se mostraron muy amables para intentar subir a los chicos, no pudo ser. Si se arreglara la elevadora recomendamos ir. Al final fuimos a una heladería que estaba al lado donde hacen unos batidos de muerte. ¡Ah, y una horchata genial!
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