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El proyecto “Pequeños exploradores” ayuda a más de 2.000 niños y niñas con parálisis cerebral a mejorar su movilidad, aprendizaje e inclusión

Más de 2.000 niños y niñas con parálisis cerebral de centros de atención temprana y de educación especial, han mejorado su movilidad, posicionamiento y calidad de vida gracias al proyecto “Pequeños exploradores”, que hemos podido llevar a cabo gracias a la colaboración de Fundación Solidaridad Carrefour.

40 entidades ASPACE han podido beneficiarse de la cesión de entre 1 y 2 dispositivos scooot por entidad, un producto de apoyo que adopta cuatro posiciones diferentes que permiten a niños y niñas con discapacidad jugar, explorar y participar en el grupo según sus capacidades físicas y cognitivas. Así las y los más pequeños pueden gatear, conducir e incluso correr junto con otros niños y niñas, lo que les permite disfrutar del juego de una manera más rica, a la vez que exploran los diferentes entornos y materiales, enriquecen su aprendizaje y se socializan.

Así nos lo cuenta Bruno desde ASPACE Jaén, “me llamo Bruno, y me gusta mucho jugar con mi hermano mellizo Martín. Con el Scooot podemos jugar juntos a las carreras y no necesito que me empujen los demás.”

También la opinión de los profesionales ha sido muy positiva con lo que respecta a este proyecto y al uso del dispositivo para la mejora de la movilidad de los niños niñas, Teresa Raluy, fisioterapeuta de ASPACE Bizkaia comenta “me ha sorprendido gratamente este producto, ya que en el centro educativo no disponíamos de un dispositivo de desplazamiento tan versátil, que se pudiera adaptar a las diferentes posibilidades motrices de nuestro alumnado.”

Los menores al utilizar el Scooot interactúan con su entorno desde una perspectiva diferente a la que lo hacen normalmente, lo que favorece una relación más normalizada con los demás niños y niñas, pueden disfrutar de juegos que estimulan su motricidad, bailes y otras actividades grupales de forma más inclusiva, mejorando la percepción de su cuerpo y su autoimagen. Asimismo, los niños y niñas pueden realizar con el Scooot actividades lúdicas en familia, y las familias pueden disfrutar de la actividad compartida, valorando la libertad de movimiento que proporciona el dispositivo a sus hijos e hijas, así como el poder jugar con ellos y ellas con la tranquilidad de saber que mantienen una postura segura. 

“La evolución de la vida diaria de mi hija ha sido grandiosa. Lo utilizamos tanto en el colegio, donde su autonomía ha crecido para casi igualarse a la de todos sus compañeros, como en nuestra casa, donde, gracias al Scooot, puede realizar tareas acordes a su edad (5 años).” David Vicente, padre de Candela Vicente, ACPACYS.

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